Sorprender y conseguir notoriedad era el principal objetivo de Renault, y lo consiguieron con creces. La marca de automóviles francesa conquistó el corazón de los viandantes parisinos con el espectacular Mégane Trophy, el cuál convirtió en taxi por un día.
Ya por sí solo, los viandantes quedaban sorprendidos al ver un coche con tales características, pero más aún se quedaron aquellos que solicitaron un taxi, y fue el Mégane Trophy a recogerles, yendo al volante el piloto y poseedor del récord de este modelo del circuito de Nürburgring, Laurent Hurgon.
Aquellos que cogieron dicho taxi, quedaron altamente sorprendidos, al darse una vuelta con el piloto francés por las calles de París dando trombos y haciendo maniobras arriesgadas.
Sin duda una acción de publicidad atrevida y a la vez notoria. ¿Qué os parece a vosotr@s?